Gasolineras

LAS CÁMARAS: NUESTRA SALVACIÓN

En estos casos las cámaras actúan como medida disuasoria. Está comprobado que esta actitud de algunos clientes desaparece desde el momento en el que saben que van a ser pillados por eso, es de los pocos lugares en los que recomendamos que en lugar de esconder las cámaras, éstas estén bien visibles. Tengamos en cuenta que siempre tenemos personal dentro de la tienda que va a evitar que dañen las cámaras y éstas a su vez van a evitar los hurtos. Es el ciclo perfecto.

Para instalar las cámaras de la forma más óptima, hay que tener en cuenta los lugares que debemos cubrir. Es más rentable no escatimar en el número de cámaras desde un principio que lamentar después no haber podido grabar una matrícula porque el ángulo no era el correcto o porque la cámara no era la adecuada para grabar números con nitidez.

La recomendación es colocarlas, por supuesto en la caja donde se mueve mucho dinero en efectivo y de paso, también vigilamos al personal de la gasolinera. En los surtidores, de forma que se grabe bien el número de la matrícula, hay que tener cuidado con los ángulos muertos y en el túnel de lavado.

Tengamos en cuenta también que una estación de servicio con pinta de ser segura ofrece más garantías a nuestros clientes legales, por lo que a la larga nos veremos beneficiados además por la afluencia de más clientes.

PROTEGE TU GASOLINERA CON CÁMARAS DE VIGILANCIA

Tradicionalmente las gasolineras han sido víctimas de innumerables atracos sobre todo por la noche, por lo que ya no se ven abiertas al público a esas horas. Sin embargo, durante el día, lejos de lo que pudiera parecer también sufren agresiones y no son pocas.

Desde luego, no son como las nocturnas de antes pistola en mano, pero sí se ven continuamente y sobre todo desde que se instaló en la mayoría de ellas el autoservicio, personas que después de repostar se despistan y disimulan hasta que salen corriendo, suben a su vehículo y huyen a toda velocidad sin pagar el combustible que han puesto. También estamos hartos de recibir denuncias falsas por daños ocasionados a los vehículos en los túneles de lavado o daños a los motores por combustible de mala calidad.

IRSE SIN PAGAR ES YA HABITUAL

Afortunadamente cada vez se ven menos atracos a las personas como los que hubo durante los años 80 en que las gasolineras sufrieron muchísimo, pero sí se ve muy a menudo el cliente que se va sin pagar. No se trata de delincuentes, al contrario parecen personas normales y corrientes, bien vestidas y que ven la ocasión de sacarse 50 euritos y la aprovechan, y por esto mismo precisamente sorprende más.