Tiendas

Según las estadísticas los robos en tiendas aumentan

Las estadísticas también dicen que los comercios no vigilados son los que se llevan la peor parte.

Establecer vigilancia en un comercio se puede hacer de muchísimas maneras: desde etiquetas inteligentes a vigilantes jurados, pasando por no dejar el inventario al alcance de la mano del cliente, lo que no es posible o deseable en todo tipo de tiendas.

Estas soluciones son caras y, a veces, demasiado complicadas. Además, también pueden revelarse como completamente ineficaces.

¿Cómo pueden ayudarme las cámaras de vigilancia?

Sin duda, la forma más barata y efectiva de tener un comercio vigilado pasa por instalar una cámara de seguridad. Cada vez más empresas tienden a incorporar esta solución por múltiples razones:

La más clara es la sencillez. Un circuito cerrado se instala muy fácilmente y su funcionamiento no tiene más dificultad que la de un antiguo video VHS. Basta con aprender a manejar los botones de un mando a distancia para poder sacar todo el partido posible a nuestra cámara. La legislación tampoco es complicada. Si bien es necesario adaptarse a la L.O.P.D. (Ley Orgánica de Protección de Datos), esta, a grandes rasgos, apenas exige tener cuidado con las imágenes grabadas, no difundirlas y avisar de la existencia de cámaras con el cartel amarillo que habrá visto en multitud de lugares. A pesar de esto, no dejes de consultar la ley para asegurarte de su debido cumplimiento.

Otra razón es el precio. Además de una pequeña inversión inicial, no hay posteriores gastos de mantenimiento ni requiere mayores cuidados. Tampoco cobra un sueldo ni es necesario renovar existencias.

Una tercera razón sería la fiabilidad. Una vez comprobado su funcionamiento, una cámara de seguridad no va a despistarse, no puede ser engañada ni va a faltar nunca a su trabajo. Conocemos de antemano lo que va a aparecer en las cintas, su fecha de grabación y las demás posibilidades.

Por último, la última razón sería eliminar la impunidad que suele acompañar a un robo. ¿Qué lleva a un ladrón a robar en un comercio? El ánimo de lucro es una razón obvia, pero no es la única ni la más importante. Los ladrones que roban en los comercios lo hacen debido a que piensan salir impunes. Sin impunidad (es decir, si supieran que corren un alto riesgo de ser detenidos), no robarían. Incluso, con el ánimo de lucro presente. Al contrario que la palabra de un guardia jurado o la misma del dueño, las imágenes pueden no solo demostrar la culpabilidad o inocencia en un juicio, logrando que se haga justicia y se proporcione el castigo que marca la ley, sino también y por esta misma razón, conseguir que el ladrón desista del robo por temor a ser cazado. Es decir, no solo pillamos al ladrón después de que robe, sino que también evitamos que lo haga y prevenimos un problema tanto para el posible caco como para el dueño del establecimiento.

También pueden ayudar a zanjar casos difíciles en los que no esté claro quién ha robado, cómo se ha robado o qué es lo que se ha sustraido; u otros, como altercados, peleas, principios de incendio, etc. La protección es, por tanto, integral.

Por todo esto que hemos visto podemos afirmar que una cámara no es un gasto superfluo, sino una inversión necesaria para su tranquilidad y prosperidad como dueño de una tienda.